sábado, 18 de mayo de 2013

Shortcake (Tarta de fresas)


Os traemos los famosos shortcake, esta vez en su versión receta japonesa.
Se trata de una tarta hecha básicamente de fresas y nata montada. Las fresas han de ser pequeñitas y su sabor es suave.
Esta receta es originaria de Japón desde comienzo del siglo XX y que obtuvo una importante popularidad tras aparecer en un anuncio en 1958. De este dulce surgió una gran variedad de formas de hacerla, pero sin duda la que triunfó fue la de nata montada y bizcocho.
Actualmente, en Japón sigue siendo la tarta más demandada de los más golosos y el postre más consumido en fechas o eventos importantes, como es la Noche Buena.
Su sabor es dulce y suave, casi deshaciendose en la boca a pesar de la aportación de la fruta. Esta queda blandita al contacto con la nata y el bizcocho empapado en licor. 
Tenía muchísimas ganas de realizar esta tarta, ya que ha menudo lo veía en algunos mangas o animes, parecía perfecto y rico nada más verlo.
Es muy muy delicioso, y probablemente el pastel más sabroso que he probado :)





* Ingredientes para 8 personas:

BIZCOCHO

- 4 huevos
- 1 vaso y 1/2 de harina bizcochona
- 1 vaso y 1/2 de azúcar
- 1/2 vaso de aceite de girasol 
- 1 yogurt natural o de fresa
- 1 sobre de levadura
- 80 gr de mantequilla

RELLENO

- 500 ml de nata para montar
- 20 gr de azúcar glass
- 250 gr de queso mascarpone
- Licor de cereza u otra fruta (yo he utilizado licor de melocotón)
- 500 gr de fresas

Para decorar:
Opcional: Fresas, azúcar glass, otras frutas (kiwi, melocotón, moras...etc)


* Preparación:
Antes de nada y como siempre, ponemos a calentar el horno a 180ºC.
Comenzamos a realizar el bizcocho, batiendo los 4 huevos con el vaso y medio de azúcar. Se bate muy bien hasta que la mezcla blanqueé. Mezclamos la levadura con la harina y lo añadimos a nuestra mezcla.
Es el momento de echar la harina, el yogurt y el aceite sin dejar de batir hasta que quede totalmente homogéneo sin grumitos.
En un molde untado en mantequilla, vertimos nuestra mezcla y la metemos en el horno, durante 40 minutos. Una vez se haya dorado y terminado de hacer, lo dejamos enfriar y nos centramos en el relleno.

Lavamos bien las fresas y apartamos 8 fresas  de las más pequeñitas del resto, ya que estas servirán para decorar. El resto de las fresas las cortamos en láminas. 
Una vez enfriado nuestro bizcocho lo dividimos en 2 o 3 partes, al gusto de cada uno, y lo bañamos en licor con cuidado de que no se nos rompa.


Comenzamos a realizar la nata. 
Al queso mascarpone le añadimos el azúcar glass y lo mezclamos bien. La nata la montamos y una vez ya esté espesa del todo, le vamos echando nuestra mezcla de queso mascarpone poco a poco y evitando grumos grandes.



Una vez tengamos nuestra crema de nata finalizada, vamos untando las láminas de bizcocho que habíamos cortado previamente y le vamos poniendo nuestras fresas laminadas. Una vez colocadas y evitando grandes huecos entre ellas, finalizamos con otra capa de nata...así en cada capa de bizcocho.



Con la nata sobrante, terminaremos untando el resto de la tarta hasta quedar completamente blanca y podamos hacerle la decoración.
Una vez esté blanquita, la decoramos con nuestras pequeñas fresas que habíamos apartado con anterioridad.



Si queréis, podéis añadirle un poco de azúcar glass encima de las fresas, o combinar con otras frutas para darle más color a la tarta.
El resultado de este dulce, simplemente es espectacular